Rondaban las 22:00 horas de un frío día de Enero, seguíamos buscando lugares abandonados por la comarca del sur de la provincia de Toledo. La luz del Sol iba desapareciendo e iba dando

paso a una noche oscura y sin apenas luz. Preguntamos a los habitantes de un pequeño pueblo (casi desierto) la dirección de una aldea abandonada de la cuál habíamos oído hablar en alguna Red Social. Pese a su cara de circunstancia (seguro que pensaron «donde cojones irán éstos dos…») nos indicaron amablemente la carretera que nos llevaría a esa aldea, en la que varias décadas atrás vivieron algunos campesinos.

Después de hacer un reconociento visual por la zona en coche, decidimos dejar el vehículo escondido en un callejón y movernos a pié por el lugar para no levantar sospechas y no recibir visitas inesperadas.

Rápidamente dimos con la Iglesia que se encontraba completamente tapiada, y tras echar un vistazo a su contorno, localizamos un pequeño agujero de apenas medio metro de diámetro, por el cuál decidimos entrar (a pesar de nuestro acojone y la palabra «PROIBIDO» en su parte superior).

Tras investigaciones posteriores a través de Internet, descubrimos que fué la Iglesia Parroquial de Santa María, la cuál tapiaron hace años para evitar el vandalismo (aunque ya creo que fué demasiado tarde). El retablo de la Adoración de los Reyes que presidía el altar mayor fué enviado a la Iglesia de Menasalbas (Toledo). Los demás objetos de valor, se llevaron a la iglesia del pueblo más cercano que se encuentra a un par de kilómetros del lugar.


NOTA INFORMATIVA: 
Para la realización de éstas fotografías no se han forzado puertas, ventanas ni cerraduras. 
Por motivos de conservación no se facilitarán ubicaciones de los abandonos fotografiados.

Todas las fotografías tienen reservados los derechos de autor. Si estás interesado 
en alguno de los archivos digitales, por favor ponte en contacto con el autor.